La amnesia ecológica (a veces llamada amnesia generacional o amnesia ambiental ) es un concepto desarrollado en biología: cada generación considera que el punto de referencia inicial de un ecosistema es el que conoce desde su nacimiento.
Esto da lugar a un síndrome de
desajuste de referencias.
Esto conduce generalmente a una antropización creciente y a una pérdida de biodiversidad, ya que la nueva generación se basa en el estado «degradado» que siempre ha conocido.
La iluminación actual es, por tanto, «normal». Pero no lo es.
Recuerda a la
fábula de la rana que se metió en una olla caliente, no huyó al subir la temperatura y acabó muriendo en el agua caliente.
La amnesia ecológica se conoce como «desplazamiento de la línea de base».
La educación ambiental y la concienciación desde una edad temprana son herramientas esenciales en la lucha contra la amnesia ecológica.
Enseñar a los niños a observar, comprender y apreciar la naturaleza. Esto puede hacerse mediante salidas al bosque, talleres de jardinería y juegos educativos.
También hay que concienciar a los adultos del impacto de sus acciones en el medio ambiente. Compartiendo esta información.
Desde un punto de vista más general, sería interesante volver a situar al ser humano en su contexto, y abandonar el pensamiento medieval que lo coloca en un pedestal, con el universo girando a su alrededor. Demos un paso atrás y mostremos un poco de humildad. Somos parte de un todo, y estamos de paso. Pensemos en las generaciones futuras.