«Apagaron las estrellas a cañonazos,
Las estrellas morían en este hermoso cielo de otoño
Como la memoria se desvanece en los cerebros
De estos pobres viejos que intentan recordar
Allí estábamos, muriendo por la muerte de las estrellas
Y en la frente oscura con su brillo lívido
No sabíamos qué decir desesperados
Incluso asesinaron a las constelaciones».
Guillaume Apollinaire - 1918